HUMOR.
El elevador de Central Park.
¿Nos odiamos o nos amamos en el elevador de Central Park?
Si me dices que no.
¿Y si descubres que el chico que te detesta en realidad está loco por ti?
Hugo no soporta a las feministas y Bea no soporta a los fuckboys como él. Para poder ir de viaje con los dos, sus amigos aseguran a Bea que Hugo está pillado por ella y a Hugo le convencen de que Bea está terriblemente enamorada de él.
Dos mentiras, un viaje, seis amigos y mucha tensión sexual.
A Martín le tocan seis entradas para un concierto de Metallica y decide invitar a sus mejores amigos. Pero tiene un problema: Bea y Hugo, no se soportan ya que ella es feminista y él es el típico gallo de corral. Martín les miente para evitar que se maten. Le dice a Hugo que Bea está enamorada de él y a Bea que Hugo está colgado por ella. Quizá le crean, quizá no, pero no se volverán a mirar de la misma manera. Les acompañan Valeria, la preciosa estudiante sedienta de nuevas experiencias, Germán, el metalero de la vieja escuela y el tranquilo Iker, que bebe los vientos por Valeria. Les espera un viaje de lo más interesante en esta adictiva comedia romántica.
Vendiendo el amor.
Una competencia, doce pasantes. ¿Reglas? No ligar con los fijos. ¿En quién debes confiar? Ni siquiera en tus amigos.
Maggie Wright es seleccionada para participar en un programa de pasantías en la agencia de publicidad más grande del país. Cada mes un pasante será despedido y el último que conserve su puesto será contratado para una posición senior en la agencia. Solo existe una regla: no involucrarse con ningún trabajador fijo... Mucho menos si es tu jefe.
Algunos harán todo lo posible por llegar hasta el final aunque eso signifique jugar sucio. Los amigos pueden convertirse en enemigos. Enamorarse de la competencia podría ser un error, y en LB&T los errores pueden costarte la carrera.
La chica desastre.
Sara Stone es contratada cómo chaperona por parte de una empresa muy famosa. Ella tiempo atrás soñó con trabajar en ese lugar, pero por desgracia era rechazada constantemente.
Un día para ella todo eso cambio y fue gracias a su peculiar aspecto. Su verdadero rol consistirá en espiar a su jefe haciéndose pasar por su secretaria.
Todo eso planeado por su propia novia.
Sara es poco agraciada y muy torpe, por lo cual la novia confía perfectamente en ella. Por contraparte, él es un mujeriego y narcisista que se ve obligado a estar todo el tiempo con ella, y donde juntos pasaran situaciones fuera de lugar.
Su misión: Arruinar todos los encuentros sexuales de su jefe.
Sin embargo, solo hay un punto que ella debe acatar muy bien y será el no enamorarse, pero... ¿Podrá no caer ante los encantos de Leonardo Pereira?
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